10 de set. 2015

Recuerdos perdidos...

Perdón por quererte sin avisar,
Por todas aquellas noches en vela
creyendo que un día ibas a llegar.

Perdón por querer despertar junto a ti
Comiéndote a besos y cosquillas;
Sabiendo que nada era verdad.

Perdón por las noches estrelladas,
las escapadas sin un destino,
Y todos los recuerdos perdidos.



Quisiera escribirte...

Quisiera escribirte miles de letras
Que ahoguen los miedos y las tristezas,
Escribir punto y a parte en cada uno de tus problemas
y repasar todas y cada una de tus pecas.

Quisiera creer en la eternidad,
Y guardar un soplo de esperanza
por todo lo que nos vendrá,
Aquello que no se hace esperar.

Me gustaría poder embotellar,
Cada paso que a mi lado das
Me gustaría llegar a sentir,
Qué no te irás de aquí jamás.




El olvido

Siento no ser la luz de tu día,
Siento no poder vivir sin tí,
Siento sentir que aún te quiero
Sabiendo que no te lo puedo decir.

He chillado tu nombre en vano,
Guiada por aquellos luceros
Que escondían nuestros secretos
Durante las noches de verano.

El silencio fue el testigo
De los sollozos de mi alma
Y las lágrimas cayeron
Sabiendo que fue efímero.

Esperaré encontrar la luz,
En la cueva de mis miedos,
Teniendo que decir adiós
A esos besos sinceros.

Y no me pidas por favor,
Todos aquellos momentos;
No quieras curar tú,
Lo que curará el tiempo.


5 de set. 2015

112 quilòmetres...

Avui me n'he adonat, quan marxava lluny de mi, que quelcom dins meu remugava volent fugir amb ell.

Sabia que en 5 dies tornaríem a estar junts, que no tindríem una pantalla entremig i que podria besar-
lo, abraçar-lo i fer-lo enfadar tant com volgués, però aquests cinc dies lluny de la seva vora se'm feien cada cop més insuportables.

Mai havia sentit quelcom per algú, aquella necessitat d'ésser a la seva vora sense importar-me l'avui, l'ahir, el demà; Tan sols m'importava ell, i encara que, em trobés envoltada en un món ple de gent, d'il·lusions, de desitjos i de promeses, només volia veure el seu rostre, les seves mans, el seu món, el que ara, era el meu món.

Veure els seus ulls clucs a la meva vora només llevar-me, que m'apropi al seu cos nu mentre es refrega l'ull dret encara amb una lleganya que mig adormida no vol marxar d'allà, vull sentir que sóc a casa, que tinc un lloc on estar, on creure, on existir.

Crec, que el més complicat és veure com s' allunya, com em diu adéu amb un somriure i encara delecto l'últim peto, el sento en els meus llavis mentre m'abraço a mi mateixa, als records, a tu, que no hi ets, a mi, que hi sóc més que mai.

Podríem dir que som la conjugació perfecta, dues persones que es converteixen en una sola, dos mons que han col·lidit per casualitat, i que a hores d'ara no podrien arribar a pensar que hagués passat si no s'haguessin trobat.

És cosa del destí? Ens ha dut fins aquí per què no podíem viure sense arribar a conèixer-nos?

Recordo, quan de ben petita, rellegia els llibres que em duien a un altre món en el qual la soledat, les pors i la tristor no existien, i em recordava dia a dia que no volia morir sense viure en aquest, en el món creat en mans dels escriptors que em van donar vida avant temps, en un món que semblava no tenir cabuda, un món en el qual fos feliç.
No tenia molt clar, si realment això esdevindria algun cop, si podria arribar a viure, cridar i sentir com aquelles velles novel·les en les quals em refugiava, intentant oblidar el meu dia a dia.
I ara, després de totes aquelles pors, després de mi, de tots els meus defectes i errors vas aparèixer en la meva vida i em vas portar amb aquells personatges, dins del meu somni.

La distancia, és simplement un al·licient al que sentim. 112 quilòmetres en els quals cada un són un
t'estimo, un motiu de fugida, un petó i mil i una cartes perfumades dient-nos les ganes que tenim de tornar-nos a veure.

L'amor és així, podem perdre i guanyar-ho tot en un segon, en un llit d'hotel a mitjanit, mentre eltelevisor ens explica històries imaginàries i la lluna ens guia el camí que hem de seguir.

Som i serem, estem aquí i existim, som dos i un alhora. Ets tu, sóc jo, som totes les paraules unides i aquell punt i a part que ens obliga a parar, la llibertat, les pors més absurdes i les més extremes, la felicitat més gran que puguem arribar a viure, però també aquell ofec al cor cada cop que aquell cotxe s'allunya de mi. Ets i seràs, sóc i seré.

No sé on seré demà, si aquesta cursa d'obstacles s'acabarà avui o no deixarem que les pors i aquesta distància que ens separa ens facin caure o ens obliguin a parar.

Mentrestant jo seguiré abraçant-me a les estrelles, esperant amb neguit el dia que ens tornem a veure per abraçar-te i fer-te enfadar mentre la lluna, fidel testimoni del nostre amor, abraça aquest amor que junts estem construint.

I ara, només em queda dir una cosa. T'estimo, estimo la distància, i les teves ganes d'esborrar allò que no ens deixa estar junts dia a dia, compartint el que som, vivint el moment. Gràcies petit per recordar-me que la màgia existeix, que només cal tancar els ulls i abraçar-nos als estels.





1 de set. 2015

Destinos Opuestos - Capítol 6

Desperté aturdida al ver que mi móvil no dejaba de sonar.

- Grace, Podríamos ir a comer por ahí y nos ponemos rumbo a Holt, ¿Qué te parece?

- P..Pero... ¿Qué hora es? - Mi voz sonaba adormilada y estaba demasiado cansada.

- Son las dos del mediodía, va, en una hora te paso a recoger, los demás nos esperan en Holt

Me colgó y me fuí volando a la ducha. Justo me estaba encendiendo el cigarro de la victoria por
haber terminado en tan solo una hora de arreglarme, sonó la bocina del coche de Ivy y bajé corriendo para reunirme con ella y explicarle quién y cómo estábamos con Adam.

- ¿Qué tal? - Dijo Ivy cuando me vió entrar

- Tengo que explicarte algo - Dijé esbozando una sonrisa en mi rostro - Creo que me estoy enamorando de un chico

- ¡Qué dices! Explícamelo todo

Le expliqué todo lo sucedido y su expresión de sorpresa no se desdibujaba de su rostro, me sonrió y añadió

- Holt esta muy cerca de Klengtown, yo no digo nada.

Nos empezamos a reír y continuamos hablando de nuestras cosas. Al darnos cuenta ya estábamos entrando en Holt; Buscamos la casa de Sophie y cuando llegamos vimos a todos nuestros amigos ahí.

- ¡Hey chicos! - Dijimos al unísono Ivy y yo

- ¡Hola! - Respondieron todos mientras nos daban un gintonic

Estuvimos hablando mientras Ivy y yo comíamos algo ya que aún no nos había dado tiempo de comer nada y seguimos hablando sobre nuestras vidas.

Ese patio era gigante. Nada más entrar, había una mesa con unas doce sillas dónde estaban la mitad de los chicos y chicas, a la derecha estaba situada la casa de dos plantas y al fondo había una piscina con hamacas dónde estaban los otros tomando el Sol.

Ví a Matthew. Era un chico con el que habíamos tenido algún que otro encuentro amoroso, el chico me atraía, pero era imposible que tuviésemos alguna relación, ya que éramos tan diferentes que no podríamos estar nunca juntos.

Estuvimos ahí hasta las doce pasadas, hablando y bebiendo esperando a que empezase la fiesta. Cuando llegamos al polideportivo estaba sonando un grupo de música pop bastante malo así que nos fuimos fuera a comer unos hot dogs.

Envié un mensaje en el grupo de mensajería instantánea donde estaba Adam si alguien vendría por Holt. A los pocos minutos Adam me llamó.

- Grace, voy a estar por Holt cuando empiece la música electrónica

- Ad...Adam - Me sonrojé - Pues cuando estés por aquí dime algo

Colgamos y volví con el grupo. Sentía que no me diría nada, que pasaria como en Klengtown y que simplemente pasaría de mi, volvería a ser su nadie, que solamente usaba para entretenerse entre clase y clase.

Sobre las dos de la madrugada, la mitad del grupo se fué a otro recinto, y los demás nos quedamos por ahí. En mitad de una canción romántica Matthew me cogió por detrás y me dió un beso en la nuca.

Respiré profundo, me gustaba que me abrazase aunque nuestras probabilidades de tener una relación fuesen nulas, sabia cuando abrazarme.

Nos fuimos fuera y me besó. Yo continué besándole y terminamos entre unos árboles, bajo las estrellas, con una botella de vino y con ganas de tenernos el uno al otro. Justo cuando estábamos besándonos, empezó a sonar mi móvil y me aparté.

Ví en la pantalla el nombre de Adam y lo cogí

- Grace, estoy dentro

- Adam - Me sonrojé mientras se dibujaba una sonrisa en mi rostro- Yo... Yo ahora entraré, pensaba que no me dirías nada y sucedería como el día que vine en vano a ese pueblucho.

- Grace, estaba estresado ese día, pero hoy te he avisado, ¿Me perdonas?

- Sí - No pude decirle que no - Ahora vengo

Colgamos y ahora yo tenía que enfrentarme a Matthew, que estaba a mi lado y entrar en busca de Adam.

Matthew me miró, me sonrió y me dió un beso en los labios.

- Te gusta mucho ese chico, ¿Verdad? - Su voz sonaba serena

- Sí...

- Pues a que esperas, ves a por él y ¡demuestrale quien eres!

- ¿ No te enfadaras verdad? No quiero perderte Matt...

- Tranquila, mañana será otro día y sabes que siempre terminamos lo que empezamos...

Se despidió de mí y volví dentro. Ese polideportivo estaba lleno de gente, así que fuí donde estaban mis amigos. Desde allí ví sus ojos azules mirándome. Ivy, me dió un empujón y me sonrió. Sabía que quería que fuese a por él y le besase, pero no podía.

No quería perderle, si le perdía... No sabría que hacer.

Cuando me acercaba su sonrisa se iba definiendo, le dí dos besos que resultaron coincidir en la
comisura del labio y nos hicimos una foto los dos juntos para enviarla a los demás de clase.

Estuvimos bailando, tonteando, y bebiendo cuando uno de sus amigos notó la química y se acercó.

- Tiene una novia muy guapa - Esas palabras me rompieron por dentro

- No quiero que se venga conmigo, solo estamos bailando - Dijé intentando no llorar

- Por si acaso, su novia es perfecta, preciosa y está buenísima.

Adam no se enteraba de nada, así que decidí pasar de él que se fué creyendo haber hecho la buena acción de la semana y yo intenté olvidar lo que me había dicho con un gintonic.

Cada vez nos acercábamos más hasta que vino otro de sus amigos, un baboso que me estaba todo el rato mirando el escote.

- Úsalo esta noche con él - Dijo con una voz totalmente ebría

Esta vez lo oyó Adam y le dijo algo en el oído y se volvió hacía mi

- No le conozco de nada

- Si no vas a usarlo con este úsalo conmigo - Dijo el hombre borracho dándome un condón en la mano

- No lo necesito, imbécil.

Se fué y Adam y yo bailamos hasta que salió el Sol. Después se fue con sus amigos a regañadientes, porque se quería quedar un rato más conmigo.

Después de irse, los que quedamos volvimos a casa de Sophie. Teníamos que pasar una vía del tren, al cruzarla, me caí de bruces en el suelo, rompiéndome las gafas y dejando mis manos totalmente destrozadas.

Nos encontramos a unos polícias, y les pedí amablemente un poco de alcohol para curarme las heridas. Ellos, me trataron como una borracha indeseable, a lo que yo me indigné. Llegamos a casa de Sophie, y nos tiramos en las camas a dormir.

Al día siguiente, aún no me había limpiado las heridas, y por tanto tuve que hacerlo aunque ya no servía de mucho. Volvimos a la ciudad y Ivy y yo fuimos a comer chocolate con churros.

Nada había servido. No me quería, eso estaba claro, realmente ¿Porqué me hacía volver loca? No entendía absolutamente nada. Por las tardes me hacía todas las carícias del mundo y cuando estaba con sus amigos era una más... La química era tan visible que nos preguntábamos si eramos parejas... Mi cabeza estaba hecha un lío... Cada día más...

To be continued...