31 d’ag. 2015

Destinos Opuestos - Capítol 4

En despertar me dí cuenta del día en el que vivía. Viernes. Llegué a clase y fuí directa a Claire.

- Claire, voy a hacer una locura - Mi voz sonaba nerviosa - ¿Preparada?

- Sí, dime

- Hoy le voy a decir a Adam que me gusta - Miré hacía la puerta ya que entraba y bajé la voz - Se lo voy a decir esta misma noche

- ¿Vas a ir a Klengtown? - Sus ojos se abrieron como platos - A ver que te dice, pero sigo pensando que es mejor que le beses.

- No le voy a besar... Helen, ¿Recuerdas?

El profesor entró en el aula y dejamos estar el tema. Adam me miraba y me sonreía, y yo no podía evitar ruborizarme al verle mirándome con esa sonrisa.

Las clases seguían su rutina diaria. Miradas cómplices y carícias bajo la mesa. Al terminar, le recordé que esta noche estaría por Klengtown para ver a los Fleshdown y fuí a buscar a Chloé para arreglarme y llegar pronto a ese pueblo.

A las diez y media estábamos ahí. Fuimos a cenar intentando no encontrarnos con Adam o Helen, que aunque no la conocía, la verdad no quería verla ni en pintura, sabía que era yo quien se estaba entrometiendo en esa relación, pero, necesitaba culpar a alguien por no estar con el chico que me gustaba, así que, le tocó a ella.

A las doce entramos en el polideportivo y empezó Fleshdown, Chloé y yo, algo ebrías empezamos a
bailar y a cantar hasta el final del concierto. Cuando quedaba una canción, pidieron voluntarios para ayudarles a cantar una canción, y cómo no, Chloé y yo subimos al escenario y cantamos como si no hubiese un mañana.

Al terminar el concierto, me abrumé, miré el teléfono y no tenía ningún mensaje de Adam. Era imposible que no se acordará de que estaba ahí. Cuando miré hacia el escenario le ví ahí, vestido con una camisa negra que le quedaba realmente bien.

Mis lágrimas empezaron a caer, sin yo poder hacer nada, salí y me fuí corriendo, necesitaba desaparecer. Llegué a una calle vacía y me senté ahí, me encendí un cigarro y oí a Chloé chillándome.

- ¡Grace! - Su voz sonaba cansada, y entre suspiros añadió - ¿Qué sucede?

- No me ha dicho nada - dije entre sollozos

Chloé entendió a la perfección que me hacía falta y me abrazó como si no hubiera mañana durante un rato, y después me dió la botella de ginebra.

- G..Gracias

- Es un gilipollas, Grace, te mereces algo mejor.

-Volvamos a entrar - Le pegué otro trago a la ginebra - ahora.

Entramos y nos sentamos en un rincón, pasándonos la ginebra mientras reíamos y llorábamos intermitentemente por causa del alcohol.

En ese momento, ví a una chica que se paró justo a nuestro lado mirando hacía el escenario, dónde Adam estaba. Me la quedé mirando entrecerrando los ojos, intentando recordar donde había visto esa foto y mis ojos se llenaron de lágrimas otra vez.

- Grace ¿Qué te sucede ahora?

- Esa - Me sequé las lágrimas - Esa es Helen.

De repente Helen se giró hacía nosotras, y nos miró con aires de superioridad y se giró otra vez, como si de una diva se tratase.

Chloé y yo empezamos a reírnos. No podíamos parar. Por suerte no nos había oído pero la situación fué muy épica, su cara de asco al vernos en el suelo, sudadas, cansadas y demasiado borrachas, con la ralla corrida y el pelo alborotado fue digna de grabar, pero la nuestra fue mejor.

- Grace ¿Esto es lo que tiene como novia?

- Sí...

- ¿Has visto la frente que tiene? - Nos reímos al unísono y continuó - Y además se pone el pelo para atrás

Por un momento me olvidé de todo y decidí divertirme con mi mejor amiga, no tenía de que preocuparme, por lo menos hasta el lunes, ya que no volvería a mirarlo a la cara hasta que los cerdos volasen.

Al llegar a casa le envié un mensaje a Claire. "Tía, he visto a Helen en persona. Tiene una frente gigante, mañana te cuento."

Al día siguiente me desperté con un dolor de cabeza terrible, pero aún así me arreglé y allá a las ocho de la tarde quedé con Dave, Claire, Nick y Jason.

Cuando entré en el autobús, miré mi reflejo en una de las ventanas y me ví derrotada. Derrotada por
la situación que viví anoche, por no tener a nadie a quien abrazar por las noches, derrotada por no ser el alguien de nadie.

Dejé que la música fluyera en mi hasta que llegué donde estaban los chicos nada más llegar les expliqué lo sucedido.

- ¿Y bien? - Claire ansiaba respuestas

- No me dijo nada - Dijé con un hilo de voz

- ¡QUÉ! - Exclamaron todos

- Ví a Helen, por cierto - Me estaba haciendo la dura, pero en realidad, mi interior se estaba derrumbando

- Y... ¿Cómo es? ¿Tiene tanta frente como aparece en las fotos? - Dijo uno de ellos

De repente volvió a mi mente el momento en el que Chloé y yo estabámos en el suelo riendónos.

- Sí. Y hasta más - Sentencie

Todos se echaron a reír. Zanjé el tema y fuimos a cenar un kebab. Necesitaba olvidar todo lo sucedido así que sugerí salir de fiesta y así olvidarme de todo y ellos aceptaron, así que después de eso nos fuimos todos a tomarnos unas cuantas copas en un Pub de la ciudad y así relajarnos y estar todos juntos.

Realmente, estábamos haciendo una família y eso me gustaba. Dejé de pensar en Adam, le odiaba. Odiaba la forma en la que me miraba, como me tocaba, odiaba sus manos, su pelo, su barba, odiaba todo lo que tuviese que ver con él. No quería volver a saber nada de él e intentaría no volver a caer en sus redes.

El lunes llegó demasiado rápido y volvimos a clase. Nada más llegar, Adam me envió un mensaje: "Grace, voy a llegar una hora tarde, díselo al profe, gracias guapa!".

Se lo dije al profesor de mala gana e intente no recordar que existía. Cuando llegó no le saludé y eso le extraño, pero me daba igual.

- Grace, ¿Te sucede algo?

- No. - fuí zanjante-

Sus ojos me miraban con cara de corderito degollado y no podía evitar no decirle nada pero mantenía mi pico cerrado, por el bien de mi corazón, por el bien de mi misma.

- Gace... - Mi nombre sonaba tan sexy viniendo de su voz

- No puedes decirme nada cuando voy a ese pueblo de mierda - Tragué saliva y no me dejó continuar

- Estaba muy estresado, lo siento - sonaba arrepentido

- No me dijiste nada, sabías que estaba ahí desde las diez - Le aparté la mirada y sentí que una lágrima quería salir, pero no quería que viese que me derrumbaba

- Te ví en el escenario de Fleshdown - Dijo el sonriendo

-Sí, y sin embargo no tuviste valor como para venirme a saludar, después de pedirme que venga ahí-
mi voz sonaba furiosa- ¿Para qué querías que viniese? ¿Para ver a tu novia? Pues ya la he visto

- No, pensaba... - Le corté

- Nada. Mejor ya hablaremos.

Al terminar las clases me susurró un "lo siento" y me deshicé.

- De acuerdo.

Volví a casa abatida. No quería perdonarle. Me había hecho daño, pero era superior a mí este chico, no podía decirle simplemente "Vete a la mierda, cabrón" , no.

Al día siguiente, todo volvió a la normalidad, aunque a veces le seguía recordando lo mucho que me jodió que me dejase sola en ese pueblucho, y él me decía que lo sentía.

To be continued....

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