31 d’ag. 2015

Destinos Opuestos - Capítol 5

Los días y las semanas pasaron rápidamente. Adam y yo estábamos cada vez mejor, las carícias se hicieron nuestra rutina y la complicidad entre ambos era cada vez más evidente.

Cuando nos dimos cuenta ya era el día que nos íbamos a Paradise Hill a una convención de Logística y el cumpleaños de Dave. Así que decidimos matar dos pájaros de un tiro. Celebrar su aniversario y después ir a Paradise Hill ya que teníamos que coger el autobús a las tres de la madrugada.

Entre clase y clase empezamos a hablar del cumpleaños de Dave.

- Podríamos hacer un pastel de marihuana - Dijo Paul, un compañero de clase que estaba un poco loco

- ¡Vale, va! - dijimos todos

Y dicho y hecho fuimos a comprar lo necesario para hacer un brownie de marihuana. Adam, Paul y yo nos dirigimos a una torre alejada de la ciudad de la família de Paul y preparamos el pastel.

-Creo que ya hay suficiente marihuana Adam y Grace

- Yo veo poca eh - Dije mirando el cazo de leche

- Le tenemos que echar más - Añadio Adam

Así que pusimos más marihuana a la mezcla de leche y esperamos a que se hiciera el pastel. Después volvimos a la fiesta de Dave.

- Chicos ya estamos aquí y traemos una sorpresita - Dije yo elevando el pastel mientras esbozaba una sonrisa

Se empezaron a reír y después de dar los regalos cortamos el pastel y repartimos un trozo para cada uno.

- Va, Grace un trocito tu, un trocito yo... - Dijo Claire dándome un trozo más de pastel - Esto no sube nada

Claire y yo repartimos más pastel para todos y después salimos de fiesta. Estuvimos comentando que en realidad no subía para nada ese pastel.

Al llegar a uno de los Pubs y bebernos unos gintonics, empezamos a sentirnos relajados, como si volásemos a una nube dónde solo importaba reír, bailar y no pensar en nada.

Terminamos en el coche de Adam bebiendo ginebra con naranjada y escuchando música electrónica
mientras nos reíamos de cualquier tontería que veíamos por la calle. Cuando quisimos darnos cuenta de la hora que era, vimos que teníamos que irnos hacia Paradise Hill, así que fuimos hacía donde estaba el autobús y nos encontramos con los demás de clase. Seguíamos muy ebríos y bastante drogados pero como teníamos cinco horas de autobús nos daba tiempo a dormir.

Adam y yo nos sentamos juntos al final de todo. Cuando estábamos a punto de salir Frank salió corriendo a vomitar y Adam lo siguió. Estábamos todos muy mal y yo decidí que dormir sería la mejor opción.

Cuando Adam y Frank volvieron a entrar yo ya estaba adormilada. Volvió a vomitar a mi lado, mientras yo intentaba no escucharle y le pedía que lo hiciese hacía el otro lado si no quería que yo vomitará también. Después nos dormimos.

De repente una voz me despertó y me sobresalté

- Ya llevamos dos horas y media, ¿No queréis salir? - Su voz sonaba cansada

Abrí, sin poder, los ojos y ví que era un hombre mayor, quizás el conductor que nos había llevado hasta allí, yo no podía pronunciar palabra, y levantando levemente la mano y sin pronunciar demasiado le contesté.

- Es... Est... Estamos bien

Me volví a dormir y cuando nos despertamos ya estábamos en Paradise Hill.

Entramos en la polivalente llena de convenciones y entramos en algunas de ellas. No teníamos interés en ninguna y realmente solo queríamos dormir, pero todo y eso entramos en las más interesantes.

Dave, Adam y Nick se quedaron dormidos en una de las convenciones y después fueron a dormir en
unos de los sofás que habían por allí y los demás nos fuimos a las otras convenciones y a los stands que habían por la polivalente.

Estuvímos ahí hasta por la noche y después volvimos a subir en el autobús. Una vez ahí Claire y Paul se sentaron a nuestra izquierda, junto a Adam y yo.

Claire se quedó dormida al instante de sentarse, se puso el cojín en la cabeza, se cubrió con la manta y le puso los pies encima, mientras, Paul intentaba de manera fallida, hacerse fotos con ella, para intentar hacer creer a la gente que tenía novia o algo parecido, lo miré raro pero se excusó diciendo que solo estaba probando la cámara de la tablet.

Realmente, Paul tenía muchos problemas, sobretodo con la obsesión que tenía por Claire, la sobreprotegía y intentaba enamorarla de todas las formas posibles.

Cuando llevábamos diez minutos de trayecto, y alguien estaba hablando de follar con muñecas hinchables, Adam me agarró de la mano y con el dedo pulgar empezó a acariciarla. Me relajé. Cerré los ojos y escuchaba a mis compañeros hablar de mil cosas, desde mágia hasta sexo en un mismo autobús.

Sus dedos jugueteaban con los míos, de repente nos miramos y sonreímos, pero giramos la cabeza.
Realmente en mi interior me sentía mal, la pobre chica que estaba con él no tenía la culpa de nada, pero le quería, ¿Qué iba a hacer? ¿Dejar escapar la oportunidad de que alguien me quisiera? No podía ni pensar en dejarle marchar, nadie me había tratado con tanta suavidad y amor. Porque al fin y al cabo, me trataba con amor, o por lo menos era lo que sus carícias me trasmitían.

De repente, volví en mí cuando noté que su mano, aún agarrada a la mía, se movía y ponía nuestras manos encima de su entrepierna. En ese momento intenté quedarme quieta, así que por el rabillo del ojo intenté ver si estaba despierto o no, pero no pude verlo. Nos quedamos así media hora o incluso más, haciéndonos los dormidos y jugueteando con nuestros dedos encima de su entrepierna.

Estábamos a medio camino y hicimos la parada de descanso para comer algo, ya que llevábamos dos horas y media en ese autobús, así que de mala gana nos levantamos, haciendo ver que no estábamos encendiendo una llama casi imposible de apagar y fuimos a comer algo.

Cuando estábamos comiendo ví una cara conocida y fui a saludarle

- Hola Chuck, ¿Qué haces por aquí? - Dije sorprendida

- ¡Hola Grace! ¿De donde sales? - Su voz sonaba más sorprendida que la mía

- Hemos ido con la clase a la convención de logística

- Pues yo soy uno de los conductores que os llevó ahí - Sentenció

De repente sonreí de una forma amarga al recordar levemente el momento en que uno de los conductores me preguntaba si quería salir y yo no podía pronunciar palabra, me sonrojé y volví con Adam.

Cada vez se notaba más la complicidad entre nosotros. Parecíamos una pareja, pero sin besos, ni locuras del amor, sin sexo y sin nada más que carícias y miradas, teníamos química, esa sería la manera perfecta para definir "eso" que teníamos, y hasta que él no se decidiese a dar el paso, seguiríamos siendo eso.

Volvimos al autobús y esta vez me senté de lado con las piernas en el diminuto pasillo para hablar con mis compañeros. Adam se sentó justo detrás de mi y se apoyo en mi hombro y me cogía una de las manos. Notaba su respiración en mi cuello y eso me excitaba mucho. Me excitaba demasiado, y él también lo estaba... ¿Por qué no me besaba de una maldita vez?

Seguimos así las dos horas de camino, jugueteando con nuestros dedos mientras él dibujaba cosas en mi espalda y dormía de tanto en tanto mientras seguía sobre mi hombro, me estaba enamorando, me estaba enamorando de verdad.

Al llegar otra vez a la ciudad, nos despedimos todos y nos fuimos cada uno para casa, ya eran las dos de la madrugada y estábamos todos molidos. Sin darme tiempo a despedirme de todos, mi móvil empieza a sonar y cuando lo cojo oigo muchísimo ruido

- Grace - Reconocí la voz de Ivy entre el ruido de fondo - mañana vienes conmigo a Holt, que hacen
un festival muy guay

- Va...Vale, ¿A que hora me vienes a recoger? - Dije yo sorprendida

- A las siete te paso a recoger por casa, ponte guapa que vamos todo el grupo.

Después me colgó.

Ivy y yo éramos inseparables, y siempre íbamos juntas de fiesta, pero con las clases nos habíamos alejado, era cuatro años mayor que yo, pero siempre me había ayudado y había confiado en mí para todo. Siempre había estado a mi lado en los buenos y en los malos momentos y el verano pasado no hubiese sido el mismo sin ella, se lo debo todo.

Me fuí a dormir y esperé al día siguiente, que sería inolvidable...

To be continued...

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